El lupus es una enfermedad autoinmune. Esto significa que su sistema inmune ataca las células y los tejidos sanos por error. El lupus eritematoso sistémico (LES) es el tipo más común. Si tiene lupus y está embarazada o tratando de quedar embarazada, puede preocuparse por cómo la afectará a usted y a su bebé. La mayoría de las mujeres que tienen lupus pueden tener embarazos normales y bebés sanos. Sin embargo, se considera que cualquier persona que tenga lupus y esté embarazada tiene un embarazo de “alto riesgo”. Es importante planear con anticipación y obtener atención médica adecuada antes, durante y después de su embarazo.
El camino hacia una mejor salud
Si tiene lupus, el mejor momento para quedar embarazada es cuando su enfermedad está bajo control o en remisión (durante al menos 6 meses). Dígale a su médico que está interesada en intentar quedar embarazada. Es posible que su médico quiera hacerle análisis de sangre y orina. Estas pruebas pueden ayudar a su médico a saber qué observar durante el embarazo.
Hable con su médico sobre cualquier medicamento que esté tomando antes de quedar embarazada. Algunos medicamentos utilizados para tratar el lupus son seguros durante el embarazo, otros no lo son. Es posible que su médico tenga que cambiar algunos de sus medicamentos. Su médico también puede recomendarle que tome nuevos medicamentos que pueden ayudar a prevenir problemas durante el embarazo.
Después de quedar embarazada, asegúrese de recibir atención prenatal con regularidad. Informe a su médico sobre cualquier síntoma de lupus que pueda tener. Es posible que su médico quiera controlarla muy de cerca durante el embarazo para poder identificar y tratar pronto cualquier problema que pueda tener.
La mayoría de las mujeres que tienen lupus dan a luz bebés sanos. Sin embargo, el lupus aumenta el riesgo de ciertos problemas durante el embarazo, que incluyen:
- Presión arterial elevada. Esto podría conducir a hipertensión gestacional o preeclampsia. Los síntomas pueden incluir un aumento repentino de la presión arterial, retención de líquidos con inflamación de las piernas o grandes cantidades de proteína en la orina.
- Coágulos sanguíneos. Los coágulos de sangre pueden interferir en el suministro de oxígeno y la nutrición que la placenta administra al bebé. Los coágulos de sangre también pueden poner en riesgo su salud.
- Parto temprano (nacimiento prematuro). La hipertensión inducida por el embarazo o los coágulos de sangre que afectan a la placenta pueden aumentar el riesgo de un nacimiento prematuro.
- Aborto espontáneo. Las personas que tienen lupus durante el embarazo corren un mayor riesgo de aborto espontáneo (alrededor del 10 %).
Si queda embarazada mientras tiene síntomas de lupus, puede correr un mayor riesgo de tener problemas. Es posible que necesite supervisión adicional si:
- Sus riñones, corazón o pulmones se ven afectados por el lupus.
- Tiene hipertensión arterial
- Tuvo problemas durante un embarazo anterior.
- Tiene ciertas proteínas en su sangre que podrían causar complicaciones.
El lupus no es hereditario ni se transmite en los genes. Sin embargo, el lupus tiende a aparecer en ciertas familias. Un número muy pequeño (alrededor del 3 %) de los bebés nacidos de mujeres que tienen lupus tienen lupus neonatal. El lupus neonatal no es igual que el lupus en adultos. Parece ser causado por las proteínas que se encuentran en la sangre de la madre que pasan al bebé al nacer.
La mayoría de los síntomas del lupus neonatal desaparecen durante los primeros meses posteriores al nacimiento. Estos síntomas pueden incluir una erupción en la cara, la cabeza y el pecho, problemas hepáticos o recuentos anormales de células sanguíneas. En raras ocasiones, los bebés que tienen lupus neonatal también pueden tener un problema cardíaco que afecta los latidos del corazón. Este problema puede ser grave, pero es tratable.
Aspectos a tener en cuenta
El embarazo se considera de alto riesgo para las personas que tienen lupus. Las personas que tienen presión arterial alta, enfermedad pulmonar, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal crónica, enfermedad renal, antecedentes de accidente cerebrovascular o de preeclampsia pueden sufrir un mayor riesgo. Las personas que tienen lupus y están embarazadas tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial alta, diabetes o problemas renales, especialmente si toman corticosteroides durante el embarazo.
Los brotes (cuando los síntomas empeoran o «brotan») de lupus son poco comunes durante el embarazo. Pueden ocurrir en cualquier momento durante el embarazo y suelen ser leves. A menudo, se tratan fácilmente con esteroides. Los signos y síntomas más comunes de estos brotes incluyen artritis, erupciones y fatiga.
Su médico controlará los síntomas y el progreso del lupus durante el trabajo de parto y el parto. Puede que desee que se le realice una cesárea si usted o su bebé están teniendo problemas que podrían empeorar durante el estrés de un parto vaginal.
Si está embarazada y tiene lupus, también debe planificar su apoyo después del parto. Es difícil saber cómo se sentirá después de dar a luz a su bebé. Algunas mujeres pueden experimentar un brote de síntomas durante el embarazo o en las semanas y meses posteriores al parto. Establezca un plan en caso de que lo necesite. Llame a su cónyuge o pareja, o a otros miembros de la familia y amigos para obtener ayuda y apoyo.
Preguntas para hacerle a su médico
- ¿Los medicamentos que tomo son seguros durante el embarazo? ¿Hay medicamentos nuevos que debería tomar?
- ¿Es seguro tomar mis medicamentos contra el lupus durante la lactancia?
- ¿Hay algún síntoma que pueda empeorar durante o después del embarazo?
Recursos
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Tener un embarazo saludable con lupus
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Esta información proporciona una visión general y puede que no se aplique a todos. Hable con su médico de familia para averiguar si esta información se aplica a usted y para obtener más información sobre este tema.