¿Qué es la disnea?
La disnea es la sensación de no poder inhalar suficiente aire a los pulmones. Puede señalar un problema de salud subyacente. Algunas veces la sensación es peor cuando está físicamente activo o cuando se acuesta. Puede tener otros síntomas, como tos o fiebre.
Hable con su médico si tiene cualquiera de estos problemas: Si su disnea es repentina o grave, o si también tiene dolores en el pecho, debe llamar al 911.
Síntomas de la disnea
Cuando tiene disnea, siente que no puede recuperar el aliento. Siente que no puede ingresar suficiente aire en sus pulmones o respirar profundamente. También puede sentir una opresión en el pecho.
¿Qué causa la disnea?
La disnea puede ser causada por muchas cosas, entre ellas:
- Asma.
- Otras enfermedades pulmonares (incluido el enfisema, que es una enfermedad pulmonar que con mayor frecuencia es causada por el tabaquismo).
- Insuficiencia cardíaca.
- Ataques de pánico.
- Alergias
Si tiene disnea con tos o fiebre, puede tener una infección en el pecho o neumonía. Las causas menos comunes de disnea son el cáncer de pulmón, un coágulo de sangre en los pulmones, la fuga de aire alrededor de los pulmones y la fibrosis pulmonar.
¿Cómo se diagnostica la disnea?
Su médico puede ayudarle a encontrar la causa de su problema respiratorio. Comenzará por hacerle preguntas sobre sus síntomas y realizar un examen físico. También puede ordenar algunos análisis.
Para encontrar la causa de su disnea, puede ordenar una radiografía de tórax. También medirá la saturación de oxígeno de su cuerpo colocando un oxímetro en su dedo.
Además, puede ordenar un electrocardiograma (también llamado ECG). Durante esta prueba, su médico lo hará acostarse para que su corazón pueda ser monitoreado. La máquina de ECG crea una imagen, o trazado, que muestra las señales eléctricas de su corazón.
Es posible que necesite una tomografía computarizada (TC), que es otro tipo de rayos X. Su médico puede medir la fuerza de su respiración (con un aparato llamado espirómetro) y el nivel de oxígeno en su sangre. También es posible que deba hacerse un análisis de sangre o una prueba pulmonar especializada llamada prueba de función pulmonar (PFT, por sus siglas en inglés).
¿Se puede prevenir o evitar la disnea?
Evitar la disnea depende de qué la está causando. Si su disnea es causada por alergias, puede prevenirla al identificar el desencadenante de la alergia. Una vez que sepa lo que desencadena sus alergias, puede hacer lo posible para evitarlo. Si su disnea es causada por fumar, dejar de hacerlo puede ayudar a prevenirlo. Es posible que otras causas de la disnea no sean tan fáciles de evitar. Si es causada por una condición médica como el asma, los inhaladores pueden ayudar.
Tratamiento de la disnea
Su médico tratará la causa de su problema respiratorio. Para ayudar con su tratamiento, si fuma, debe dejar de hacerlo. Pídale ayuda a su médico. Además, evite respirar químicos que puedan causar molestias en sus pulmones, como los vapores de pintura y el escape del automóvil. Si su médico lo autoriza, debe intentar hacer suficiente ejercicio.
Vivir con disnea
Puede ser aterrador tener disnea con frecuencia. Puede ser menos aterrador si aprende a controlarlo. Trabaje con su médico en un plan de control personalizado. Su médico puede sugerir medicamentos, un programa de ejercicios, técnicas de respiración o una combinación de estos. En algunos casos, puede recomendar oxígeno suplementario.
Preguntas para hacerle a su médico
- ¿Cuál es la causa probable de mi disnea?
- ¿Necesito hacerme algún examen para ayudar a determinar la causa de mi disnea?
- ¿La disnea es un síntoma de un problema más serio?
- ¿Es seguro que haga actividad física? ¿Qué tipo de ejercicios puedo hacer?
- En función de la causa de mi disnea, ¿cuál es la mejor opción de tratamiento?
- ¿Qué cambios en el estilo de vida puedo hacer en casa para ayudar a reducir los síntomas?
Recursos
Institutos Nacionales de la Salud, MedlinePlus: Problemas Respiratorios
Copyright © American Academy of Family Physicians
Esta información proporciona una visión general y puede que no se aplique a todos. Hable con su médico de familia para averiguar si esta información se aplica a usted y para obtener más información sobre este tema.