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Nutra su cerebro

Su salud cognitiva está determinada por qué tan bien su cerebro puede realizar procesos mentales. Estos incluyen recordar cosas, aprender cosas y usar el lenguaje. Un cerebro sano es tan importante como un cuerpo sano. Muchas de las cosas que hace para mantener su cuerpo saludable también pueden mantener su cerebro sano. También es importante mantenerse social y mentalmente activo.

¿Qué es el deterioro cognitivo?

El deterioro cognitivo se manifiesta cuando su cerebro no funciona tan bien como lo hacía antes. Por ejemplo, una persona que está experimentando deterioro cognitivo puede tener problemas de aprendizaje, uso del lenguaje, o para recordar cosas.

Cierto deterioro cognitivo es una parte normal del envejecimiento. El deterioro cognitivo que se produce rápidamente o que afecta a las actividades del día a día se denomina demencia. Una lesión en la cabeza, un accidente cerebrovascular, o una enfermedad (por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer) pueden dañar las células del cerebro y conducir a la demencia.

A medida que su cuerpo envejece, también lo hace su cerebro. Usted no puede detener el deterioro cognitivo normal, así como tampoco puede detener el envejecimiento normal de otras partes. Sin embargo, hace cosas para reducir el riesgo de deterioro. Usted puede mantener la salud de su cuerpo y de su cerebro tomando decisiones saludables sobre su estilo de vida, la dieta y el ejercicio. Las decisiones saludables también ayudan a prevenir enfermedades.

El camino hacia una mejor salud

No hay una dieta específica que sea mejor para la salud del cerebro, pero comer sano es importante para su salud en general. La elección de los alimentos que nutren su cuerpo y el cerebro puede ayudar a prevenir o retrasar los problemas de salud, incluidas las enfermedades que aumentan los riesgos de demencia. Hay muchas cosas que puede hacer para nutrir su cuerpo y su cerebro.

Controle su peso. Los estudios demuestran que la obesidad, la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto pueden aumentar el riesgo de demencia. Para bajar de peso y no recuperarlo, evite las dietas a corto plazo o dietas de “moda”. En su lugar, adopte una forma saludable de concebir e ingerir los alimentos.

Coma frutas, verduras y cereales. Una dieta que incluya muchas frutas, verduras y cereales puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas, incluidas cardiopatías, diabetes y cáncer. Estos mismos alimentos también pueden ayudar a proteger la función cerebral. Los antioxidantes en verduras de hoja verde, verduras de cáscara oscura, y crucíferas (brócoli, repollo y nabos) pueden ser especialmente protectores. Las verduras como remolacha, brócoli, coles de Bruselas, coliflor, berenjena, col, pimientos rojos, lechuga romana, y espinaca son buenas opciones.

Evite las grasas no saludables. Trate de no comer grasas trans. Estas son grasas artificiales que son malas para usted. Las grasas trans se utilizan a menudo en los alimentos procesados ​​y productos horneados que se compran en las tiendas. Lea atentamente las etiquetas de los alimentos para verificar si contienen grasas trans. Aparecerán en la lista de ingredientes como «aceite vegetal hidrogenado» o «aceite vegetal parcialmente hidrogenado».

Los alimentos con alto contenido de grasas saturadas (por ejemplo, la carne roja) pueden contribuir a niveles altos de colesterol. Con el tiempo, el colesterol alto puede aumentar el riesgo de infarto del miocardio y accidente cerebrovascular. Cuando coma carne roja, reduzca el tamaño de la porción. Elija pollo y pescado con más frecuencia.

También puede evitar las grasas no saludables mediante el uso de aceite de oliva o aceite de canola cuando saltea los alimentos. Hornee, ase o rostice los alimentos en lugar de freírlos.

Consuma ácidos grasos omega-3. La fuente más común de ácidos grasos omega-3 es el pescado graso (sardinas, atún, salmón, caballa y arenque). Trate de comer este tipo de pescado una o dos veces por semana.

Hable con su médico acerca de los riesgos y beneficios de tomar vitaminas o suplementos. Su médico puede indicarle un suplemento dietario en base a salud en general y las vitaminas o los minerales que su dieta carece. Si está interesado en tomar otro tipo de suplemento, hable con su médico acerca de por qué lo quiere tomar y cómo espera que lo beneficie. El médico puede ayudarlo a determinar si un suplemento dietario interactuará con cualquier afección médica que padezca o con cualquier medicamento recetado o de venta libre que esté tomando.

Manténgase activo física, social y mentalmente. La actividad física ayuda a prevenir enfermedades y mantener el flujo de sangre al cerebro. Si aún no hace ejercicio, intente incluir hasta 30 minutos de actividad moderada en su agenda 5 veces a la semana. Las actividades moderadas incluyen cualquier cosa que aumente su ritmo cardíaco. Caminar, practicar senderismo, andar en bicicleta y nadar son buenas opciones. Elija algo que le guste hacer.

Cualquier actividad que haga con otras personas ayuda a estimular su cerebro. Una actividad social puede ser tan simple como almorzar con un amigo o caminar alrededor de la manzana con un vecino. Las oportunidades de trabajo voluntario en su comunidad o iglesia son buenas maneras de ser social. Otra opción es encontrar un club o grupo social que se concentre en un deporte, una afición o tema que le guste.

Para mantener las células del cerebro fuertes y activas, es importante mantenerse mentalmente activo. Plantéese el desafío de aprender algo nuevo. Lea para mantenerse informado y por diversión. Inscríbase en una clase en un centro educativo o universitario para adultos de la comunidad local. O bien, póngase a prueba de una manera diferente por medio de juegos, completando rompecabezas, o probando ejercicios para la memoria.

Aspectos a tener en cuenta

Es normal que su memoria disminuya a medida que envejece. Olvidar dónde puso las llaves, por ejemplo, no es un signo de la enfermedad de Alzheimer. Ser incapaz de volver sobre sus pasos para encontrar las llaves podría ser un signo. Otros signos incluyen perder la noción de la fecha o la estación, o dificultad para completar tareas habituales.

Actualmente, no existe una cura conocida para la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores están trabajando para encontrar una manera de retrasar o prevenir la enfermedad de Alzheimer. Hasta entonces, el cuidado de su cuerpo y el cerebro son las mejores maneras de prolongar la salud cognitiva.

Preguntas para su médico

  • ¿Cuál podría ser la causa de mi pérdida de memoria?
  • ¿Es posible que los medicamentos estén empeorando mi memoria?
  • ¿Hay medicamentos que puedan ayudar con la pérdida de memoria?
  • ¿Es seguro que conduzca un vehículo una persona con deterioro cognitivo?
  • Mi padre podría tener demencia. ¿Cómo puedo hablar con él de este tema?

Recursos

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades: Envejecimiento Saludable

National Institute on Aging: Evaluación del riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer

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