Ser niño puede ser difícil. Las situaciones y las emociones pueden ser confusas. Los niños pueden verse afectados por situaciones de manera diferente a los adultos. En los niños, son normales los momentos de ira o el mal comportamiento. Pero como padres, es importante enseñar a sus hijos cómo lidiar con su ira desde una edad temprana. Aprender a controlar su ira de manera efectiva a una edad temprana es importante para el aprendizaje social y emocional (SEL) de un niño.
El camino hacia una mejor salud
Muchas cosas causan estrés a los niños. El estrés puede conducir a la ira. Las situaciones que pueden causar estrés incluyen:
- la llegada de un nuevo hermano
- el divorcio de los padres
- pasar por el cuidado de crianza o la adopción
- comenzar la escuela
- dificultades en la escuela
- cambios en la vida o en el estilo de vida
- el procesamiento de nuevos sentimientos
- la intimidación (bullying), que puede comenzar a una edad temprana
- eventos traumáticos
- la muerte de un ser querido
Hay algunas formas en las que puede ayudar a planificar con anticipación cómo minimizar el enojo de su hijo. Estas incluyen:
- Fije reglas o límites. Establezca límites para que su hijo sepa qué esperar.
- Sea constante y siga adelante. Dígale a su hijo cuál es la consecuencia de un comportamiento inaceptable; luego, siga adelante con esa consecuencia. Por ejemplo, si no quiere que su hijo se porte mal en una tienda, dígale antes de ir a la tienda que la consecuencia será abandonar la tienda inmediatamente. Si usted no actúa siguiendo las reglas todo el tiempo, entonces su hijo no sabrá cuando usted habla en serio. Es posible que confunda a su hijo en lugar de ayudarlo. Esto puede generar enojo y estrés para ambos. Piense antes de decirle la consecuencia. Asegúrese de que sea apropiada para el comportamiento inaceptable.
- Recompense el buen comportamiento. Elogie a su hijo cuando respete las reglas.
- Ponga en práctica lo que predica. Dé un buen ejemplo y sea un modelo a seguir.
En los casos en que su hijo esté enojado o se porte mal, trate de calmarlo siguiendo estos pasos:
- No se enoje. Su calma ayudará a su hijo a relajarse.
- Aparte a su hijo si está cerca de otras personas. Estar a solas con usted puede hacer que se sienta más cómodo y dispuesto a compartir el motivo del enojo.
- Hable con su hijo en un tono amable. Use un nivel que él entienda.
- Si su hijo continúa enojado, haga una pausa en su conversación. Abrazar o tocar a su hijo puede ayudar. Le hace saber que él es importante para usted.
Ayude a su hijo con los problemas de ira
Los niños más pequeños pueden no entender las emociones que experimentan. Es posible que no sepan qué es la ira o cómo reconocerla. En estos casos, lo mejor sería pedirles que dibujen sus sentimientos. Pídales que muestren por qué se sienten de la manera que lo hacen. Enséñele también los signos comunes de la ira, que incluyen:
- ganas de gritar o golpear
- puños cerrados
- latidos del corazón acelerados
- músculos tensos (doloridos)
- dolor de estómago
- temblores
Cuando los niños tienen la edad suficiente para comprender sus sentimientos, es importante hablarles con más detalle. De este modo, puede hacerles saber que la ira es normal. Hable sobre la situación y sus sentimientos. Esto puede ayudarlos, y también a usted, a descubrir por qué están enojados. Además, hablar puede conducir a una actitud más tranquila. Hágales preguntas a los niños, tales como:
- ¿Qué sientes en este momento?
- ¿Me puedes decir por qué te sientes de esa manera?
- ¿Qué situación te hizo sentir de esta manera?
- ¿Piensas en hacerte daño a ti mismo o a alguien más?
- ¿Has tenido estos sentimientos antes, y cuándo?
- ¿Cómo puedo ayudarte a que te sientas mejor?
Una vez que identifique la ira de su hijo, ayúdelo a encontrar formas de controlarla. Por ejemplo, sugiérale que puede contar hasta 10 antes de hablar o actuar cuando comienza la ira.
Aspectos a tener en cuenta
Los problemas de ira pueden empeorar o convertirse en hábitos si se los ignora o no se los trata. Algunos síntomas de un serio problema de ira incluyen:
- miente en repetidas ocasiones
- roba
- tiene estallidos emocionales frecuentes que aumentan rápidamente
- tiene cambios repentinos o extremos del estado de ánimo
- tiene dificultades para permanecer sentado y concentrado
- no le está yendo bien o tiene problemas en la escuela
- es verbalmente agresivo.
- se lastima físicamente o lastima a otros, como los hermanos, niños en la escuela o las mascotas
- amenaza con dañarse o matarse o dañar o matar a otros
Si cree que su hijo tiene un problema de ira grave, deberá acudir al médico para que lo diagnostique. Ver a un médico por la ira de su hijo no significa que su hijo tenga un problema grave. Su hijo puede necesitar orientación sobre cómo expresar y controlar sus sentimientos. Y como padre, usted puede necesitar consejos sobre cómo apoyar a su hijo.
A veces, los problemas graves de ira son un signo de un trastorno de salud mental o de comportamiento. Su médico puede diagnosticar a su hijo correctamente. El médico hablará con su hijo, realizará un examen físico y revisará los signos y síntomas. A veces, también se puede hacer un examen o una evaluación emocional. Su médico querrá conocer sus antecedentes familiares de problemas de salud mental y de comportamiento. Le hará preguntas sobre su vida familiar y la vida personal de su hijo. Su médico preguntará al maestro o a la enfermera escolar de su hijo sobre su comportamiento en la escuela.
Hay opciones de tratamiento disponibles para estas afecciones. A menudo incluyen una combinación de medicamentos, terapia y educación. Se puede ofrecer terapia conversacional. Esto puede suceder entre su hijo y un especialista. O puede tener lugar en familia o en un grupo más grande. Un terapeuta puede ayudar a identificar problemas y métodos para hacerles frente.
Su hijo también puede beneficiarse de la terapia del comportamiento. Reúnase con las autoridades de la escuela de su hijo, en caso de que sea necesario un cuidado especial. Ellos pueden cumplir con los requisitos de la Ley de Educación de Personas con Discapacidades (IDEA). Esto permite que los niños reciban planes educativos personalizados para ayudarlos en la escuela.
Hable con el médico o especialista acerca de los beneficios, riesgos y efectos secundarios del tratamiento. Los niños que tienen problemas de salud mental deben ser evaluados regularmente.
Preguntas para hacerle a su médico
- ¿Por qué mi hijo se enfada tanto?
- ¿Qué debo hacer si estoy preocupado por el comportamiento de mi hijo?
- ¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a controlar su ira?
- ¿Qué puede hacer mi hijo para controlar su propia ira?
- ¿Tiene mi hijo más probabilidades de tener una afección mental si yo la tengo o es un rasgo en nuestra familia?
- ¿Qué opciones de tratamiento son mejores para mi hijo?
- ¿Deberíamos ir a terapia en familia?
Recursos
Child Mind Institute: Angry Kids: Cómo afrontar un comportamiento explosivo
Copyright © American Academy of Family Physicians
Esta información proporciona una visión general y puede que no se aplique a todos. Hable con su médico de familia para averiguar si esta información se aplica a usted y para obtener más información sobre este tema.