¿Qué es la hepatitis?
La hepatitis es un término general para referirse a la inflamación del hígado. Normalmente, el hígado descompone los productos de desecho de la sangre. Pero cuando el hígado está inflamado, no llega a deshacerse de los productos de desecho. Esto ocasiona que estos se acumulen en la sangre y los tejidos.
Existen varias cosas diferentes que pueden causar la hepatitis. La causa más común de la hepatitis es infectarse con uno de los 5 virus de la hepatitis (A, B, C, D o E). Otras cosas que pueden causar la hepatitis incluyen:
- Falta de suministro de sangre al hígado.
- Toxinas.
- Trastornos del sistema inmunológico.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Lesión en el hígado.
- Tomar ciertos medicamentos.
Con menos frecuencia, infecciones virales como la mononucleosis o el citomegalovirus pueden causar hepatitis.
Hay 2 tipos principales de hepatitis: la hepatitis aguda (de corta duración) y la hepatitis crónica (que dura al menos 6 meses). La mayoría de las personas superan la inflamación aguda en unos pocos días o unas pocas semanas. A veces, sin embargo, la inflamación no desaparece. Cuando la inflamación no desaparece en 6 meses, la persona tiene hepatitis crónica.
¿Qué es la hepatitis C?
La hepatitis C es una infección hepática grave causada por el virus de la hepatitis C. Se transmite de persona a persona a través del contacto con la sangre. La mayoría de las personas infectadas con hepatitis C no experimentan ningún síntoma durante años. Sin embargo, la hepatitis C es por lo general una enfermedad crónica (lo que significa que no desaparece por sí sola). Si usted tiene hepatitis C, debe ser examinado por un médico cuidadosamente, ya que la hepatitis C puede provocar cirrosis (cicatrización del hígado) y cáncer hepático. La cirrosis por hepatitis C es una causa principal de insuficiencia hepática y requiere un trasplante de hígado.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis C?
Muchas personas no se sienten enfermas o no tienen los síntomas de la hepatitis C hasta que hayan tenido el virus durante mucho tiempo. Algunas personas tienen síntomas leves parecidos a los de la gripe entre 2 semanas y 6 meses después de haber contraído el virus por primera vez. Estos síntomas pueden incluir:
- Fatiga leve.
- Dolor en las articulaciones y músculos.
- Náuseas.
- Pérdida del apetito.
- Sensibilidad en la zona del hígado (la parte superior derecha del abdomen).
A medida que la enfermedad progresa, la hepatitis C puede causar daño hepático. En muchos casos, no se presentan síntomas hasta que se desarrollan problemas hepáticos. Si aparecen síntomas de problemas hepáticos, estos pueden incluir:
- fatiga
- náuseas
- vómito
- pérdida del apetito
- ictericia (color amarillento de la piel y la parte blanca de los ojos)
- fiebre baja (fiebre hasta 102 °F)
¿Qué causa la hepatitis C?
La hepatitis C es causada al infectarse con el virus de la hepatitis C. El virus se transmite de persona a persona a través del contacto con la sangre. Las personas que usan drogas por vía intravenosa (IV) pueden contraer hepatitis C si comparten agujas con alguien que tiene el virus. Los trabajadores de la salud (como enfermeras, técnicos de laboratorio y médicos) pueden exponerse a la hepatitis C. Pueden infectarse si entran en contacto accidentalmente con una aguja que se usó en un paciente infectado. También está expuesto a un mayor riesgo si recibió una transfusión de sangre o un trasplante de órgano antes de 1992. (Se realizaron mejoras en la tecnología de la toma de análisis de sangre en 1992).
La hepatitis C no se puede transmitir a menos que una persona tenga contacto directo con sangre infectada. Esto significa que una persona con hepatitis C no puede transmitir el virus a otras personas a través de contacto casual como:
- estornudar
- toser
- dar la mano
- dar un abrazo
- dar un beso
- compartir cubiertos o vasos
- nadar en una piscina
- usar baños públicos
- tocar las manijas de las puertas
Nunca he usado drogas por vía intravenosa o he estado en contacto con una aguja infectada. ¿Cómo contraje la hepatitis C?
La hepatitis C se transmite por lo general a través del contacto directo con la sangre de una persona que tiene la enfermedad. También puede transmitirse a través de agujas usadas para tatuarse o perforarse el cuerpo. En muy pocos casos, la hepatitis C puede transmitirse de una madre a un bebé no nacido. Este virus puede transmitirse a través del sexo y al compartir maquinillas de afeitar o cepillos de dientes. Estos casos también son poco comunes. Muchas veces, nunca se llega a hallar la causa de la hepatitis C.
¿Cómo se diagnostica la hepatitis C?
Su médico determinará si tiene hepatitis C mediante un análisis de sangre. La prueba se llama prueba de anticuerpos contra la hepatitis C. La prueba examina su sangre en busca de anticuerpos contra el virus de la hepatitis C. Si se detectan anticuerpos, significa que ha estado expuesto a la hepatitis C. Si su carga viral es positiva, significa que actualmente está infectado activamente con la hepatitis C. Una prueba negativa significa que no tiene anticuerpos contra la hepatitis C y es probable que no tenga hepatitis C.
¿Se puede prevenir o evitar la hepatitis C?
La única manera de prevenir la hepatitis C es evitar entrar en contacto con la sangre de una persona infectada. Siempre tenga relaciones sexuales protegidas (use un preservativo). No use drogas por vía intravenosa (IV). No comparta artículos de cuidado personal (como cuchillas de afeitar o cepillos de dientes) con una persona que tiene hepatitis C. Si usted es un trabajador de la salud, siga las prácticas de seguridad estándares de su lugar de trabajo.
¿Existe una vacuna para la hepatitis C?
No, no existe ninguna vacuna para la hepatitis C. (Existen vacunas contra la hepatitis A y la hepatitis B). Si tiene hepatitis C, es posible que su médico quiera que usted se vacune contra la hepatitis A y B. Si tiene hepatitis C, es más probable que contraiga hepatitis A o hepatitis B. Contraer estos virus le causaría más daño al hígado.
¿Podría transmitirle la hepatitis C a otra persona?
Sí, una vez que tiene hepatitis C, es posible que la pueda transmitir a otra persona. Si tiene hepatitis C, no puede donar sangre. Debe evitar compartir artículos personales como maquinillas de afeitar y cepillos de dientes. No es muy común transmitir la hepatitis C de esta manera, pero puede suceder. Siempre use un preservativo cuando tenga relaciones sexuales. Si tiene hepatitis C, sus parejas sexuales se deben hacer la prueba para ver si también la tienen.
Hable primero con su médico si quiere tener hijos. El virus no se transmite fácilmente de una madre a su bebé no nacido. Pero es posible, por lo que debe tomar precauciones. Sin embargo, si está tratando de tener un bebé, no tenga relaciones sexuales durante su ciclo menstrual. El virus de la hepatitis C se propaga más fácilmente a través de la sangre menstrual.
Tratamiento para la hepatitis C
El tratamiento para la hepatitis C ha mejorado con los años. Los medicamentos más recientes tienen ciclos de tratamiento más cortos y menos efectos secundarios. Algunos de estos tratamientos incluso tienen el potencial de curar la enfermedad.
Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos aprobó una pastilla que es una combinación de glecaprevir y pibrentasvir (nombre de marca: Mavyret). Este medicamento tiene uno de los ciclos de tratamiento más cortos. La dosis del tratamiento y la duración del ciclo de tratamiento dependen de la etapa de la enfermedad. El ciclo de tratamiento más corto (8 semanas) es para personas que tienen hepatitis C pero que no han recibido tratamiento y no tienen cirrosis hepática. Puede tratar todo tipo de hepatitis C.
Existen una variedad de medicamentos aprobados para el tratamiento de la hepatitis C. Hable con su médico para determinar cuál es el mejor para usted.
Su plan de tratamiento para la hepatitis C dependerá de muchos factores. Estos incluyen qué tipo de hepatitis tiene, si tiene cirrosis hepática y la etapa de su enfermedad. Usted y su médico decidirán cuál es el mejor plan.
¿Cómo debo cuidarme si tengo hepatitis C?
Los buenos hábitos de salud son esenciales para aquellos que tienen hepatitis C. Debe evitar sobre todo el alcohol y los medicamentos y drogas que pueden alterar el hígado. Debe comer una dieta saludable y comenzar a hacer ejercicio con regularidad. Su médico de familia puede ayudarle a planificar una dieta que sea saludable y práctica.
Hable con su médico sobre cualquier medicamento que esté tomando, incluidos los medicamentos de venta libre. Muchos medicamentos, incluido el acetaminofeno (nombre de marca: Tylenol), son procesados por el hígado. Debido a esto, pueden aumentar la velocidad del daño hepático. También debe limitar el consumo de alcohol. Este acelera la progresión de enfermedades hepáticas como la hepatitis C. Una bebida alcohólica ocasional puede estar bien, pero consulte primero con su médico.
¿Cuáles son los efectos secundarios del tratamiento?
Los efectos secundarios comunes de algunos tratamientos para la hepatitis C pueden incluir los siguientes:
- náuseas
- vómito
- fiebre
- fatiga
- depresión
Los efectos secundarios suelen ser peores durante las primeras semanas de tratamiento. Se vuelven menos intensos con el tiempo. Si tiene problemas para lidiar con los efectos secundarios de su medicamento, hable con su médico. Puede sugerir formas de aliviar algunos de los efectos secundarios. Por ejemplo, si su medicamento le produce náuseas, puede ser recomendable tomarlo justo antes de irse a dormir.
¿Debo tener un tratamiento con medicamentos?
La elección depende de usted y de su médico. La decisión de usar la terapia con medicamentos puede ser difícil de tomar debido a los posibles efectos secundarios. Su médico observará de cerca sus síntomas y la cantidad de virus que hay en su cuerpo. También considerará su salud en general. Esto incluye examinar los resultados de los análisis de sangre. Todos son factores importantes a considerar antes de que su médico y usted comiencen el tratamiento farmacológico para la hepatitis C.
¿Cómo sabré si funciona mi tratamiento?
El objetivo del tratamiento es reducir la cantidad del virus de la hepatitis C en la sangre a niveles que no se puedan detectar después de 24 semanas de terapia. La cantidad del virus en la sangre se llama carga viral. Al final del tratamiento, su médico deberá medir su carga viral y averiguar cuán saludable es su hígado. Puede que vuelva a realizar muchas de las mismas pruebas que se hicieron cuando le diagnosticaron la hepatitis C.
Si la sangre tiene tan pocas copias del virus que las pruebas no pueden medirlas, se dice que el virus es indetectable. Si permanece indetectable durante al menos 6 meses después de terminado su tratamiento, usted tiene lo que se conoce como respuesta virológica sostenida (RVS). Las personas que tienen una RVS tienen una gran posibilidad de evitar problemas hepáticos graves en el futuro.
El tratamiento puede que no reduzca su carga viral. Es posible que no tenga una RVS después del tratamiento. Si esto sucede, su médico hablará acerca de otras opciones de tratamiento con usted. Por ejemplo, si 1 ronda de tratamiento no disminuyó la carga viral lo suficiente, su médico puede recomendar una segunda ronda. Incluso si el tratamiento no le impide tener una enfermedad hepática activa, reducir su carga viral y controlar la inflamación crónica del hígado puede ayudarle a sentirse mejor por más tiempo.
Vivir con hepatitis C
Hacer frente a la hepatitis C no es fácil. Puede sentirse triste, asustado o enojado. Es posible que dude que tenga la enfermedad. Estos sentimientos son normales, pero no deberían impedir que viva su vida diaria. Si lo hacen, o si duran mucho tiempo, puede estar sufriendo de depresión. Las personas con depresión tienen la mayoría o la totalidad de los siguientes síntomas casi todos los días, todo el día, durante 2 semanas o más:
- Sentirse triste, desesperado y tener episodios frecuentes de llanto.
- Perder interés o placer en las cosas que solía disfrutar (incluso el sexo).
- Sentirse culpable, indefenso o sin valor.
- Tener pensamientos sobre la muerte o el suicidio.
- Dormir demasiado o tener problemas para dormir.
- Pérdida de apetito y pérdida o ganancia de peso involuntaria.
- Sentirse cansado en todo momento.
- Tener problemas para prestar atención y para tomar decisiones.
- Tener dolores y molestias que no mejoran con un tratamiento.
- Sentirse inquieto, irritado y enfadado con facilidad.
Hable con su médico si nota alguno de estos síntomas. Su médico puede ayudar recomendándole un grupo de apoyo o un terapeuta. También puede recetarle un medicamento que usted podría tomar.
Preguntas para hacerle a su médico
- ¿Necesito tratamiento?
- ¿Qué tratamiento es el mejor para mí?
- ¿Qué medicamentos debo tomar?
- ¿Hay algún medicamento que debería evitar?
- ¿Cómo puedo lidiar con los efectos secundarios del tratamiento?
- ¿Hay algún terapeuta con el que pueda hablar?
- ¿Cuánto tiempo durará el tratamiento?
- ¿Se puede curar la hepatitis C?
- ¿Son seguros los trasplantes de órganos y las transfusiones de sangre?
- ¿Es seguro quedar embarazada?
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Esta información proporciona una visión general y puede que no se aplique a todos. Hable con su médico de familia para averiguar si esta información se aplica a usted y para obtener más información sobre este tema.