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Desmontando los mitos comunes de la vacuna contra el COVID-19

La información errónea sobre las vacunas contra el COVID-19 es frecuente y puede ser difícil saber qué es verdad y qué no. Aquí, los médicos de familia refutan los mitos más comunes sobre la vacuna contra el COVID-19.

Mito N° 1: Puede retrasar las vacunas de rutina.

Las vacunas de rutina para niños y adultos son una parte importante para mantener la salud. Las vacunas previenen brotes de enfermedades adicionales durante la pandemia. Hable con su médico de cabecera sobre las inquietudes que tenga y las vacunas que usted o su familia necesitan para obtener la mejor protección..

Mito N° 2: Las vacunas contra el COVID-19 se desarrollaron demasiado rápido para ser seguras.

La tecnología utilizada para desarrollar las vacunas contra el COVID-19 de ARNm no es nueva. Se estudió y usó de forma extensa en la investigación del cáncer. Además, se estudiaron las vacunas de ARNm para otras infecciones, como el Zika, la gripe y el VIH. Lea más de los CDC.

Los ensayos clínicos de las vacunas contra el COVID-19 se realizaron con el mismo rigor que todos los ensayos de vacunas. Los resultados se revisaron y aprobaron por múltiples paneles asesores independientes. Las vacunas se desarrollaron más rápido debido a una mayor colaboración y al uso de tecnología más nueva. Los investigadores también tenían más fondos debido a la gravedad de la pandemia.

Mito N° 3: No hubo suficientes participantes en los ensayos clínicos para decir que las vacunas son seguras.

Esto no es verdad. Las vacunas contra el COVID-19 actualmente autorizadas inscribieron a decenas de miles de participantes. Muchos de ellos fueron seguidos durante dos meses después de recibir la segunda vacuna. Para recibir una Autorización de uso de emergencia (EUA), todas las vacunas contra el COVID-19 deben cumplir con rigurosos estándares de seguridad y eficacia según lo estipulado por la FDA.

Después de la autorización, los CDC, la FDA y otros grupos continúan monitoreando activamente los problemas de seguridad. Hubo algunos casos de coágulos de sangre además de recuentos bajos de plaquetas.  Estos casos son poco frecuentes, por lo que los CDC continúan recomendando la vacuna. Obtenga más información sobre la seguridad de la vacuna contra el COVID-19.

Mito N° 4: Ya tuve COVID-19, por lo que no necesito vacunarme.

Recibir una vacuna contra el COVID-19 después de contraerlo brinda protección adicional contra el virus. Las personas que ya tuvieron COVID-19 y no se vacunaron después de su recuperación tienen más probabilidades de volver a contraerlo que aquellas que se vacunaron después de su recuperación. Obtenga más información sobre cómo obtener su vacuna contra el COVID-19.

Mito N° 5: Las vacunas contra el COVID-19 alterarán mi ADN.

Las vacunas contra el COVID-19 no cambian ni interactúan con su ADN de ninguna manera. Esto no es posible. Tanto el ARN mensajero (ARNm) como el vector viral de la vacuna contra el COVID-19 funcionan al enviar instrucciones (material genético) a nuestras células para comenzar a generar protección contra el virus que causa la enfermedad de COVID-19.

Después de que el cuerpo produce una respuesta inmunitaria, descarta todos los ingredientes de la vacuna del mismo modo que descartaría cualquier información que las células ya no necesiten. Este proceso es una parte del funcionamiento normal del cuerpo.

El material genético enviado por las vacunas de ARNm nunca ingresa al núcleo de sus células, que es donde se guarda su ADN. Las vacunas de vector viral contra el COVID-19 envían material genético al núcleo celular para permitir que nuestras células desarrollen protección contra el COVID-19. Sin embargo, el virus vector no puede integrar su material genético en nuestro ADN. Esto significa que no puede cambiar nuestro ADN.

Mito N° 6: Las vacunas contra el COVID-19 me harán infértil.

Actualmente no hay evidencia de que la vacuna contra el COVID-19 cause algún problema con el embarazo o con quedar embarazada. Además, no hay evidencia de que los problemas de fertilidad sean el resultado de otras vacunas.

Mito N° 7: Las vacunas contra el COVID-19 se desarrollaron para colocar un microchip en mi cuerpo.

Las vacunas contra el COVID-19 no contienen microchips. Las vacunas se desarrollan para luchar contra las enfermedades y no se administran para rastrear sus movimientos. Las vacunas funcionan al estimular su sistema inmunológico para que produzca anticuerpos, exactamente como lo haría si estuviera expuesto a la enfermedad. Después de vacunarse, desarrolla inmunidad a esa enfermedad, sin tener que contraer la enfermedad primero.

Aprenda más sobre los ingredientes en las vacunas contra el COVID-19 autorizadas para su uso en los Estados Unidos.

Mito N° 8: Una vacuna contra el COVID-19 me puede enfermar de COVID-19.

Debido a que ninguna de las vacunas contra el COVID-19 autorizadas en los Estados Unidos contiene el virus vivo que causa el COVID-19, la vacuna no puede enfermarlo con COVID-19. En cambio, las vacunas le enseñan a nuestro sistema inmunológico cómo reconocer y combatir el virus que causa el COVID-19. A veces, este proceso puede causar síntomas, como fiebre. Estos síntomas son normales y son signos de que el cuerpo crea una protección contra el virus.

Obtenga más información sobre cómo funcionan las vacunas contra el COVID-19.

Mito N° 9: Solo necesito una dosis de la vacuna para estar protegido contra el COVID-19.

Para obtener la mejor protección, se recomienda que todas las personas mayores de 6 meses estén al día con sus vacunas contra el COVID-19.

Mito N° 10: Estar cerca de alguien que recibió una vacuna COVID-19 afectará mi período.

Su período no puede verse afectado por estar cerca de alguien que recibió una vacuna COVID-19.

Recursos:

CDC: Myths and Facts about COVID-19 Vaccines

CDC: Understanding mRNA COVID-19 Vaccines

Familydoctor.org: COVID-19 Vaccine

Familydoctor.org: COVID-19 Vaccine Frequently Asked Questions

Familydoctor.org: Vaccines: Myth Versus Fact

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