Queremos lo mejor para nuestros adolescentes. Una relación feliz y saludable con una pareja que lo/a apoye está en nuestra lista de deseos. Pero, ¿qué sucede si sospecha que la relación de su hijo/a no es saludable o es peligrosa?
Por desgracia, la violencia en las parejas adolescentes está muy extendida. Los expertos predicen que casi uno de cada tres adolescentes, chicos y chicas, es víctima de abuso por parte de su pareja. Las mujeres jóvenes de 16 a 24 años experimentan el mayor índice de violencia por parte de alguien con quien salen. Y muchas adolescentes no lo denuncian. Tienen miedo o vergüenza de admitir que las maltratan. Algunas ni siquiera se dan cuenta que eso está sucediendo. Para algunos adolescentes, el abuso puede sentirse como amor.
Pero los celos excesivos, los comportamientos controladores y la violencia no son lo mismo que el amor. Una relación verdaderamente amorosa es aquella en la que ambas partes se sienten respetadas y apoyadas. Toman decisiones juntas. Tienen intereses y relaciones fuera de la relación. Y solucionan los desacuerdos hablando abiertamente.
El abuso se presenta de muchas formas, que incluyen:
- El abuso físico ocurre cuando una persona toca a la otra de una manera no deseada. Algunos ejemplos pueden ser puñetazos, arrojar objetos o tirar del pelo.
- El abuso verbal o emocional ocurre cuando una persona trata de asustar, aislar o controlar a otra. Algunos ejemplos podrían ser gritar, insultar o avergonzar a la otra persona.
- El abuso sexual implica cualquier tipo de actividad sexual no consensuada. Algunos ejemplos pueden ser tocar, besar u obligar a la otra persona a tener relaciones sexuales.
Camino a la salud
¿Qué debe tener en cuenta?
Su adolescente puede estar en una relación poco saludable si:
- Tiene una pareja que es extremadamente celosa o posesiva, que lo/la menosprecie constantemente y que toma todas las decisiones.
- Ha dejado de pasar tiempo con amigos y familiares.
- Tiene marcas o moretones inexplicables.
- Parece estar demasiado ansioso/a, o sus calificaciones han bajado.
- Pierde el interés en las actividades que antes le gustaban.
- Se viste de forma diferente. Comienza a usar ropa holgada para ocultar su cuerpo.
- Se comunica con su pareja con frecuencia y devuelve sus mensajes de inmediato.
- Se preocupa por cómo reaccionará su pareja en una situación determinada.
- Se culpa a sí mismo/a por cómo actúa su pareja.
Logre que su hijo/a adolescente hable
Si sospecha que su hijo/a tiene una relación abusiva, puede ayudarlo/a. Pero eso no quiere decir que usted deba intervenir y tratar de arreglar la situación al instante. A veces es mejor contenerse. Algunos consejos:
- Prepárese antes de tocar el tema. Investigue un poco. Lea acerca de las cualidades de las relaciones saludables y no saludables. De esa manera podrá hablar con su hijo/a acerca de ellas. Puede ayudar a su hijo/a detectar los comportamientos poco saludables o abusivos en su relación.
- Encuentre el lugar adecuado. Sentar a su hijo/a adolescente en la mesa del comedor para decirle: “Tenemos que hablar de algo importante” puede asustarlo/a y hacer que guarde silencio. En cambio, busque un lugar informal para charlar. Inicie la conversación en una cafetería, mientras ambos miran la televisión o incluso en el automóvil. El ambiente informal puede hacer que su adolescente se sienta más cómodo/a. Puede abrirse y compartir lo que le ocurre. Tenga en cuenta que tal vez no pueda tener una conversación completa de una vez. Eso está bien. Solo siga recopilando información a medida que pueda.
- Dígale a su hijo/a lo que ve. Amablemente, señale algunas de las cosas preocupantes que ha notado. Por ejemplo, podría decir algo como “He notado que estás callado/a últimamente. ¿Pasa algo?” O: “Últimamente tus calificaciones han bajado. ¿Hay algo de lo que te gustaría hablar?”
- Escuche con calma y sin juzgar. Deje que su hijo/a tome la iniciativa en la conversación. Se necesita valor para que le cuente lo que le pasa. Puede que sienta vergüenza. Enfatice que no ha hecho nada para merecer el abuso. Puede ser difícil, pero evite la tentación de intervenir y resolverlo.
- Céntrese en los comportamientos, no en la persona. Su hijo/a puede estar listo/a o no para escuchar que su pareja no es una buena opción. Y es posible que todavía se sienta apegado/a. Hablar mal de la pareja puede alejarlo/a de usted. En lugar de centrarse en la pareja como persona, ponga el énfasis en las malas acciones. Por ejemplo, en lugar de decir, “Es controlador/a”, diga, “No me gusta que no te deje tocar en tu banda”.
- Crea lo que oye. Puede ser difícil para su hijo/a decir lo que le pasa. No lo empeore al cuestionar o dudar. Ofrézcale apoyo y aceptación incondicional. Dígale a su hijo/a que le cree cada palabra que le dice.
- Elabore un plan de acción con su hijo/a adolescente. Pregúntele a su hijo/a cuál piensa que debe ser el siguiente paso. Si es dejar la relación, asegúrese de que tienen un plan de seguridad. Si la pareja de su hijo/a está en la misma escuela, hable con el consejero o asesor para asegurarse de que todos permanezcan a salvo.
Aspectos a tener en cuenta
La seguridad es primordial. Enfatice que el abuso no es amor. Otros consejos a considerar incluyen:
- Si cree que su hijo/a está en peligro inminente considere comunicarse con la policía local.
- Si ha habido abuso físico, lleve a su hijo/a al médico para que reciba tratamiento.
- Pídale a su hijo/a que le diga a su pareja por teléfono que no quiere verlo/a más. Estar cerca para ofrecerle apoyo.
- Su hijo/a debe evitar el contacto con su expareja.
- Anime a su hijo/a a no caminar solo/a.
- Su adolescente siempre debe llevar un celular. Deben tener una palabra clave que usted sepa que significa que se siente en peligro.
Cuándo consultar al médico
Si su adolescente continúa con una relación no saludable o abusiva, pida consejo a su médico.
Preguntas para su médico
- Como describo la relación, ¿está mi hijo/a en peligro inminente?
- ¿Puede hablar con mi hijo/a para ver qué lo que piensa?
- ¿Cómo puedo hacer que mi hijo/a rompa su relación?
- ¿Los varones pueden ser objeto de abuso?
- ¿Hay centros de crisis locales que pueden ayudar a mi hijo/a?
- ¿Debo hacer que la escuela se involucre?
Recursos
National Sexual Violence Resource Center (Centro Nacional de Recursos de Violencia Sexual)